miércoles, 27 de julio de 2016

A escala humana

En el campanario con Flavio
Estoy hace poco más de un año estudiando en Roma, Italia. Junto con los estudios que han ocupado la mayor parte de mi tiempo, se me ha dado el regalo de poder pasar los tiempos de Navidad y Semana Santa en un paese llamado Monzambano, que queda algunos kilómetros al sur del Lago di Garda, casi en el límite entre las provincias de Mantua y Verona. Fue bueno haberme repetido el plato: para la segunda vez ya conocía a la comunidad y pude participar mejor de las fiestas al manejar mejor el italiano (aunque hablan su propio dialecto que era imposible de entender, lo que pude constatar tras algunas horas sentado escuchando confesiones).

Muchos de los habitantes de Monzambano trabajan en el mismo paese. Otros tantos en labores agrícolas en las tierras circundantes. Y un buen poco trabaja en ciudades cercanas, Verona, Peschiera del Garda, Brescia, pero no se demoran más de 30 a 45 minutos en llegar a sus lugares de trabajo. Para llegar allá se mueven en automóvil o bien en el eficaz sistema público de transporte que incluye buses y trenes, que desde la cercana estación Peschiera del Garda los conecta a la red ferroviaria italiana.

Me ha sorprendido cómo repartidos por Italia hay muchos de estos paese. Limitados en su expansión territorial, supongo que por algún tipo de legislación, se vive propiamente a escala humana. Todos los vecinos se conocen. Los niños van al único jardín infantil y escuela disponible. En el caso de Monzambano, hay distintas asociaciones y muchas de ellas funcionan al alero del Oratorio de la parroquia San Miguel Arcángel. La parroquia misma tiene una actividad sorprendente, incluyendo actividades propiamente religiosas (catequesis, distintos grupos y comunidades, talleres, coro, etc.) y otras de distinta naturaleza (deportes, cultural-musical, ecología...).

El templo de la parroquia San Miguel Arcángel de Monzambano
Su tempo parroquial me resultó cautivante: ¿cómo es que un grupo de personas en algún momento de la vida decidió levantar ahí esta Iglesia? ¿cuántos años se demoraron? En el sagrato del templo, gran espacio que lo precede, están enterrados muchísimos de los antepasados de todo el pueblo. Como este espacio hace algunos siglos ya no dio abasto, en las afueras del paese han construido un cementerio (pero eso significa más o menos 10 minutos caminando). Las campanas de la Iglesia van marcando los días de fiesta, los funerales, e incluso hay una campana con una frecuencia especial que impide que caiga  granizo sobre los sembrados colindantes.

Un cuento aparte, vivir de la caridad.
En Olfino con las hermanas franciscanas, Fra Felice, don Antonio y don Luigi
A pocos kilómetros de Monzambano se encuentra Olfino, un caserío donde hace un buen rato hay una capilla. Hace algunos años llegó a vivir ahí un grupo de hermanas franciscanas, convocadas por iniciativa del párroco. Antes de que llegaran, él reunió al Consejo Parroquial para saber si es que estarían todos dispuestos a hacerse cargo de ellas, ya que su regla les impone vivir de la caridad. ¿De la caridad?, se preguntaron todos. Mmmm... ¿Resultará? A pesar de las dudas iniciales y de no saber cómo proceder, tras algunos años los integrantes de la comunidad parroquial están felices con las hermanas: ellas se dedican a visitar a ancianos y enfermos, a la instrucción y catequesis de los niños, a la animación de la comunidad de Olfino, a la oración. Y los miembros de la comunidad de cuando en cuando las van a ver y les preguntan: ¿Necesitan algo hermanas? Hasta ahora no les ha faltado nada, y son como un faro de misericordia y caridad que irradia mucho más allá de los límites de la parroquia.

Esta experiencia en un paese italiano me ha dejado pensando acerca de las grandes ciudades y la dificultad que encontramos en ellas para vivir realmente a escala humana. Algo así he visto que se ha podido lograr en algunos barrios específicos y los beneficios para la calidad de vida de todos los habitantes son evidentes. ¿Cómo ayudar a hacer extensiva esa escala humana a todos los rincones de nuestras grandes ciudades?

En fin. Deleite su vista con este video de Monzambano desde lo alto (si no aparece el video, haga click aquí)

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