domingo, 31 de julio de 2016

Empoderar a las comunidades marginalizadas

Durante los largos meses del verano de por acá, he venido a la India, con el propósito de visitar distintos Centros y Obras Sociales de la Compañía de Jesús, intentando abrir los sentidos a contextos culturales y sociales diversos, y modos distintos de llevar adelante el trabajo social, tanto en la aproximación de base como en la investigación y labor de incidencia (advocacy). He podido conocer distintos centros sociales en los estados de New Delhi, Gujarat, Karnataka, Tamil Nadu y Jharkhand.

Una de las propuestas que más ha llamado mi atención ha sido la de la opción por distintos grupos marginalizados de la sociedad india, tanto por el sistema de castas como por otras razones. Esto ha hecho que desde hace más de 40 años se hayan constituido centros sociales en sectores rurales que a su vez irradian la labor de empoderamiento de las comunidades en las aldeas tribales de los alrededores. Más que ser 'la voz de los sin voz' el foco del trabajo de estas décadas ha sido ayudar a 'sacar la voz', con programas de formación en liderazgo, organización comunitaria, derechos humanos, conocimiento de las leyes, democracia participativa, etc. Al hablar con los compañeros por acá me han señalado que se han inspirado en las opciones de la Iglesia Latinoamericana, acogiendo además la actualización de nuestra misión en la Congregación General 32 (1975): el servicio de la Fe y la promoción de la Justicia que esa Fe exige.

Con mujeres participantes en distintos SHG en Pannur, Karnataka
Dentro de las actividades promovidas desde estos centros destacan los Self Help Groups (SHG). Conformados principalmente por mujeres, llevan años reuniéndose para ahorrar dinero y apoyarse en distintas iniciativas personales y comunitarias, siguiendo el modelo que hiciera mundialmente conocido el premio nobel de la paz Muhammad Yunus, fundador del Grameen Bank de Bangladesh. ¡Algunos de estos grupos llevan más de 25 años¡


Con un SHG en una aldea cercana a Mundgod, Karnataka
Esta cercanía con las comunidades y sus necesidades ha conducido a la fundación de instituciones de distinto alcance: jardines infantiles; internados en las aldeas o en los centros urbanos más cercanos para que los niños puedan estudiar permitiendo que sus familias se muevan buscando trabajo temporal en labores agrícolas; centros de estudio para ayudar a los niños a hacer las tareas y reforzar lo que las escuelas públicas realizan; escuelas y colegios tanto en el idioma local como en inglés; parroquias y capillas.

A pesar de que las ciudades indias han ido creciendo (dentro de las 30 metrópolis más grandes del mundo 10 están en la India) todavía cerca del 70% de su población vive en sectores rurales. Durante las últimas décadas se ha iniciado una fuerte migración hacia las ciudades, que de no mejorar su infraestructura, oferta de servicios educativos y de salud, y su gobernanza, y un largo etcétera, se verán severamente y - aunque ya lo están -sobrepobladas e incapaces de ofrecer mejores condiciones de vida a todos.

Mural a la entrada del Loyola School, en Manvi, Karnataka

viernes, 29 de julio de 2016

Distintos rostros de la fragilidad

Padre Hurtado con niños en Colina (Foto: Fundación Padre Hurtado)
Cuando en 1944 el Padre Hurtado le sugirió a un grupo de señoras, a quienes ofrecía una meditación, crear el Hogar de Cristo, lo hizo golpeado por el encuentro con un hombre que vivía en la calle en un día lluvioso y frío, enfermo por no tener donde dormir (1). La fuerza de su emocionado relato, afirmado en su convicción creyente de que en el rostro de ese hombre se encontraba con el rostro de Cristo, llevó a que en poco tiempo se levantara el Hogar y que junto con la hospedería se fueran abriendo luego otros servicios que atendían a los distintos rostros de Cristo que inundaban las calles de Santiago. Al poco andar la mirada y las acciones se ampliaron a todo el país (2).

En la reflexión de la Iglesia Católica en América Latina tras el Concilio Vaticano II, los rostros de Cristo sufriente ocupan un lugar primordial. Será en la III Conferencia del CELAM en Puebla-México (1978) que se acuñará esta expresión, identificando en los campesinos desplazados, en los pueblos originarios maltratados, en los niños abandonados y sin esperanzas, en los jóvenes frustrados por la falta de oportunidades, en los subempleados y los desempleados, en los sin hogar, en los ancianos marginados, el rostro mismo de Cristo sufriente. En 2007 los obispos latinoamericanos, reunidos esta vez en Aparecida-Brasil, ofrecieron una actualización de estos rostros de Cristo sufriente que nos interpelan y nos llaman a la acción prioritaria: adictos dependientes, migrantes, enfermos, quienes viven en la calle en las grandes ciudades, quienes están en prisión.

Las ciudades en que vivimos han ido creciendo exponencialmente. Nuestras economías y sociedades se han ido desarrollando. Si el problema en los 40s eran los cientos de niños en las calles, durmiendo bajo los puentes, sin zapatos, sin un hogar, sin la posibilidad de formarse. ¿Cuál es el principal problema hoy? ¿Cuál la respuesta que debiéramos dar? El progreso hace presente otras fragilidades, ámbitos de dolor y necesidades humanas, que antes o no eran tan relevantes o no estábamos en condiciones de abordar: Adicciones de todo tipo; Disolución de vínculos y de comunidades; Padres - varones - ausentes de la crianza y cuidado de sus hijos; Violencia contra la mujer; Grandes flujos de migrantes que se movilizan buscando mejores oportunidades; Los miles de jóvenes que ni estudian ni trabajan; Guetos urbanos donde reina la violencia, la inseguridad y la desesperanza.

No bastan las respuestas de ayer para problemas de hoy. Ni tampoco podemos esperar sentados que otros o que el Estado haga lo que está de nuestra parte hacer.

Referencia
(1) Ver el completo estudio de Samuel Fernández Circunstancias de la fundación del Hogar de Cristo: Estudio histórico en los documentos contemporáneos en Teología y Vida, Vol. XLIX (2008), 875 - 891
(2) Actualmente el Hogar de Cristo atiende alrededor de 50.000 personas cada día, en programas de distinta naturaleza orientadas de acuerdo a 10 líneas de acción, que incluyen Reinserción Educativa; Jardines Infantiles y Salas Cuna; Inclusión de personas en Situación de Calle; Consumo problemático de alcohol y otras drogas, entre otras. Vea todas las lineas de accion en la pagina web del Hogar de Cristo.

miércoles, 27 de julio de 2016

A escala humana

En el campanario con Flavio
Estoy hace poco más de un año estudiando en Roma, Italia. Junto con los estudios que han ocupado la mayor parte de mi tiempo, se me ha dado el regalo de poder pasar los tiempos de Navidad y Semana Santa en un paese llamado Monzambano, que queda algunos kilómetros al sur del Lago di Garda, casi en el límite entre las provincias de Mantua y Verona. Fue bueno haberme repetido el plato: para la segunda vez ya conocía a la comunidad y pude participar mejor de las fiestas al manejar mejor el italiano (aunque hablan su propio dialecto que era imposible de entender, lo que pude constatar tras algunas horas sentado escuchando confesiones).

Muchos de los habitantes de Monzambano trabajan en el mismo paese. Otros tantos en labores agrícolas en las tierras circundantes. Y un buen poco trabaja en ciudades cercanas, Verona, Peschiera del Garda, Brescia, pero no se demoran más de 30 a 45 minutos en llegar a sus lugares de trabajo. Para llegar allá se mueven en automóvil o bien en el eficaz sistema público de transporte que incluye buses y trenes, que desde la cercana estación Peschiera del Garda los conecta a la red ferroviaria italiana.

Me ha sorprendido cómo repartidos por Italia hay muchos de estos paese. Limitados en su expansión territorial, supongo que por algún tipo de legislación, se vive propiamente a escala humana. Todos los vecinos se conocen. Los niños van al único jardín infantil y escuela disponible. En el caso de Monzambano, hay distintas asociaciones y muchas de ellas funcionan al alero del Oratorio de la parroquia San Miguel Arcángel. La parroquia misma tiene una actividad sorprendente, incluyendo actividades propiamente religiosas (catequesis, distintos grupos y comunidades, talleres, coro, etc.) y otras de distinta naturaleza (deportes, cultural-musical, ecología...).

El templo de la parroquia San Miguel Arcángel de Monzambano
Su tempo parroquial me resultó cautivante: ¿cómo es que un grupo de personas en algún momento de la vida decidió levantar ahí esta Iglesia? ¿cuántos años se demoraron? En el sagrato del templo, gran espacio que lo precede, están enterrados muchísimos de los antepasados de todo el pueblo. Como este espacio hace algunos siglos ya no dio abasto, en las afueras del paese han construido un cementerio (pero eso significa más o menos 10 minutos caminando). Las campanas de la Iglesia van marcando los días de fiesta, los funerales, e incluso hay una campana con una frecuencia especial que impide que caiga  granizo sobre los sembrados colindantes.

Un cuento aparte, vivir de la caridad.
En Olfino con las hermanas franciscanas, Fra Felice, don Antonio y don Luigi
A pocos kilómetros de Monzambano se encuentra Olfino, un caserío donde hace un buen rato hay una capilla. Hace algunos años llegó a vivir ahí un grupo de hermanas franciscanas, convocadas por iniciativa del párroco. Antes de que llegaran, él reunió al Consejo Parroquial para saber si es que estarían todos dispuestos a hacerse cargo de ellas, ya que su regla les impone vivir de la caridad. ¿De la caridad?, se preguntaron todos. Mmmm... ¿Resultará? A pesar de las dudas iniciales y de no saber cómo proceder, tras algunos años los integrantes de la comunidad parroquial están felices con las hermanas: ellas se dedican a visitar a ancianos y enfermos, a la instrucción y catequesis de los niños, a la animación de la comunidad de Olfino, a la oración. Y los miembros de la comunidad de cuando en cuando las van a ver y les preguntan: ¿Necesitan algo hermanas? Hasta ahora no les ha faltado nada, y son como un faro de misericordia y caridad que irradia mucho más allá de los límites de la parroquia.

Esta experiencia en un paese italiano me ha dejado pensando acerca de las grandes ciudades y la dificultad que encontramos en ellas para vivir realmente a escala humana. Algo así he visto que se ha podido lograr en algunos barrios específicos y los beneficios para la calidad de vida de todos los habitantes son evidentes. ¿Cómo ayudar a hacer extensiva esa escala humana a todos los rincones de nuestras grandes ciudades?

En fin. Deleite su vista con este video de Monzambano desde lo alto (si no aparece el video, haga click aquí)

jueves, 7 de julio de 2016

La ciudad en la Sagrada Escritura

Dentro del horizonte bíblico no existieron nunca ciudades de la envergadura que conocemos en la actualidad. Sin embargo, es posible reconocer en la Biblia tensiones del fenómeno urbano que perviven hasta hoy: la experiencia del Pueblo de Dios narrada en ambos testamentos está a menudo determinada por el rápido cambio social asociado con el desarrollo, crecimiento y creciente preponderancia de los asentamientos humanos. Tanto en la dinámica del exilio, el retorno, la ocupación y colonización por parte de las potencias foráneas (culturas helénica y romana), como en los viajes de las primeras comunidades de discípulos de Cristo, se van explicitando distintos tipos de tensiones, encuentros y desencuentros con lo urbano. Tomaremos en este escrito solo algunos  de estos ejemplos, considerando especialmente lo planteado por Davey en su libro 'Cristianismo urbano y globalización' (1).

Si nos remontamos a los relatos de los orígenes, las referencias a las ciudades que se encuentran en los primeros capítulos del génesis nos muestran un tipo de ejercer el poder y la autoridad, radicado en la ciudad, en el que los antepasados del pueblo de Dios no tienen plena cabida, aun cuando son esenciales para su funcionamiento: esto en la relación con la corte de faraón (Gn 12) o con los asentamientos de la llanura (Gn 18) o evitando que los egipcios mueran de hambre (Gn 41).

The Tower of Babel. British Museum, London.
El relato de la edificación de una ciudad y una torre en Babel se usa para explicar en la confusión de las lenguas, y por tanto en la imposibilidad de ponerse de acuerdo para construir la ciudad, la razón de la dispersión por toda la tierra: la soberbia, el honor, el orgullo, el querer ser más que Dios, empujan hacia el desconcierto y la confusión (Gn 11, 1-9).

Más interesante, en tanto aparecen más tensiones ad-intra, es lo referido a la relación problemática de los profetas con las ciudades. En Ez 22, 27-29 se nos muestra como el profeta Ezequiel se refiere a la ciudad como un lugar donde no hay orden: donde la moralidad se rinde ante el instinto de supervivencia y donde se pierden las tradiciones y la identidad. En el libro del profeta Isaías se acude a la personificación de la ciudad como una mujer adúltera que por tal pecado merece ser condenada (Is 23, 15-17). Siguiendo con esa imagen, Jeremías tratará a la ciudad de Jerusalén como novia (2,2), esposa infiel (3,1) y prostituta (4,30).

Junto a esta visión pesimista y catastrófica, los profetas también hacen explícita una esperanza de que tal situación de corrupción de la ciudad puede ser superada y reparada: las ciudades pueden ser hogar para el exiliado y el forastero, y ser lugar donde se trata con justicia a los pobres y oprimidos. Los lugares físicos, la ciudad, posibilitan la esperanza cuando la comunidad que los habita promueve el arraigo, la pertenencia, la inclusión.

Las ciudades de Nínive y Babilonia, tal como nos la transmiten los relatos bíblicos (Jon 3,3; Jer 29,7), representan una novedad asombrosa para los exiliados y los profetas. Aunque aparentemente no hay una correlación exacta con lo que los vestigios arqueológicos permiten comprobar, dan cuenta de un modo de organización urbana muy diverso del que tenían en Israel: aunque en algunos pasajes se les reconozcan sus bondades, no pueden ser un hogar para los israelitas en exilio, hay situaciones que son imposibles de subsanar (Jer 51,8-9).

Progresivamente en la historia de Israel, un espacio central lo ocupará la ciudad de Jerusalén. Los demás asentamientos humanos no alcanzan a ser más que pueblos o caseríos. Jerusalén se convirtió con los años en el centro del poder económico, político y religioso. La debacle de la destrucción del Templo y de la ciudad es expresión de la corrupción moral de sus habitantes (Am.2, 5; Os.13-16; Mi.3, 9-12). Tras la vuelta del exilio el acento en la reconstrucción de la ciudad y templo en Jerusalén y el surgimiento de la única ley que recoge las tradiciones del pueblo son expresión del triunfo de una cierta elite urbana.

Avanzando hacia los escritos del Nuevo Testamento, la posición de Jesús respecto de la ciudad es iluminadora. Proveniente de Nazaret, aldea campesina de Galilea, todo indica que fue testigo de la creciente urbanización fruto de la dominación romana (Séforis, Tiberíades, Magdala). Probablemente José pasó buena parte de la infancia de Jesús trabajando en la construcción de algunos de esos centros urbanos. Esto se confirma al verificar como en su predicación Jesús toma numerosos ejemplos tanto de la vida agrícola como de la construcción.

Vincent van Gogh. El Buen Samaritano.
Otterlo, Kröller-Müller Museum.
Una especial atención merecen los romanos, los miembros de la familia de Herodes, los dueños de tierras y los sacerdotes que servían el Templo: todos ellos habitaban las ciudades, especialmente Jerusalén, y recibían por distintos medios una importante proporción de los recursos campesinos. La ritualidad para librarse de las impurezas, el pago de impuestos, y otras pesadas cargas que expresan una relación desigual entre los que viven en la ciudad y los campesinos están presentes en la predicación de Jesús: el nuevo orden llamado Reino de Dios que incluye el ofrecimiento de perdón y la condonación de deudas, el amor a Dios expresado en el amor al prójimo, etc. se contrapone al orden de opresión por parte de quienes dirigen política y religiosamente la ciudad y desde ahí todo el territorio. La parábola del Buen Samaritano (Lc.10, 25ss), pone como malos ejemplos a quienes van apurados al Templo y no se pueden detener a curar al que está botado al lado del camino por no contaminarse. 

Las sanaciones y milagros que Jesús realiza van dirigidos sobre todo a quienes están en los márgenes del sistema urbano-religioso: se trataría de crear en las periferias una comunidad que viva con otros criterios de los de la ciudad-Templo, donde no sea la utilidad - fruto de la bina producción-consumo- la que se imponga sobre el modo de relacionarse con las personas. En ese contexto el foco de atención de Jesús estará progresivamente puesto sobre Jerusalén y todo su sistema religioso-político: hacia allá debe caminar junto a sus discípulos. La persecución, juicio y ejecución a Jesús, con las acusaciones que se le hicieron para justificar su condena a muerte, dan cuenta de el escozor que su propuesta produjo en las autoridades cultuales y políticas.

Las primeras comunidades cristianas, radicadas sobre todo en las ciudades, contarán de nuevo la historia de Jesús en un nuevo contexto cosmopolita, y desarrollarán un modo de vivir que acoge la multiculturalidad. Serán reconocidas y recordadas por un tipo de Interdependencia en Solidaridad: poner en común lo que tienen, y dar a cada cual según su necesidad (cf. Hch 2, 41-42).

La imagen del Apocalipsis es elocuente respecto del proyecto de Dios para los seres humanos: el establecimiento de una nueva Jerusalén engalanada como una novia que se adorna para su esposo, que permite la existencia del Pueblo de Dios, y en donde Dios habita, acampando junto a su Pueblo: Dios mismo enjugará las lágrimas de sus ojos y no habrá ya muerte ni luto, ni llanto, ni dolor, porque todo lo antiguo habrá desaparecido (Ap. 21, 2-4). Es una visión que habla de un ideal, que invita a caminar, junto a otros, para hacer tal ideal posible, en tiempos de persecución en las ciudades bajo la dominación romana.

Las tensiones explicitadas en la Sagrada Escritura podemos reconocerlas presentes y pueden iluminar las tensiones que experimentamos hoy en nuestras ciudades. Ante la ciudad y su violencia y perversiones, los profetas denuncian con firmeza, a la vez que anuncian con esperanza. Jesús (y la articulación de su relato por parte de los primeros cristianos en contexto urbano) explicita la tensión rural-urbano, periferia-centro, autointerés-bien común, disgregación-comunidad, cerrazón endogámica-apertura a la multiculturalidad. Sus actos de curación sanan y reintegran al marginado por razones de salud-religiosas. La imagen escatológica de la ciudad de Dios donde no habrá ni llanto ni dolor anima a seguir viviendo en comunidad, en fidelidad a la buena noticia anunciada, aún en un contexto adverso y de persecuciones.

(Nota: Este posteo forma parte de un trabajo mayor que ha sido editado para el formato blog sin considerar acá todas las citas al pié de página con las referencias precisas que habrían hecho muy pesada su lectura. Si le interesa ese material, solicítelo via correo eectrónico).


Ciudad de Dios

Cuando la sociedad local, nacional o mundial - abandona en la periferia una parte de sí misma, no habrá programas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad.   Francisco, Evangelii Gaudium, n.59  


La película Cidade de Deus (1), muestra con crudeza y realismo la situación social que se vivía décadas atrás en algunas de las favelas de Rio de Janeiro, Brasil, a partir de la vida de jóvenes que forman parte de pandillas y que controlan su territorio a punta de pistolas, combatiendo con otras pandillas vecinas, haciéndose cargo del tráfico de drogas: es el crimen organizado al que la autoridad política, la policía, el poder judicial y la misma comunidad a la que pertenecen no ha podido poner freno.


Cidade de Deus era el nombre dado a un conjunto habitacional construido en la década del 60, y era una de las grandes concreciones del gobierno de la época para las familias que migraban del campo a la ciudad. Ocurrió en la película, y también en las ciudades, que la capacidad de acción de los organismos técnicos y políticos encargados de la urbanización fue mucho más lenta que las necesidades de las familias más pobres de encontrar donde dormir: la pobre planificación realizada se ve desbordada por las multitudes que claman por un lugar para pasar la noche, para aliviar el hambre, para desarrollarse y crecer. Surgen entonces las tomas de terrenos, la construcción de refugios con material ligero, y un largo espiral de acciones individuales y comunitarias que hacen crecer la ciudad más allá de sus límites actuales, lejos de los lugares de trabajo y los servicios (escuelas, hospitales, etc.) o ahí donde otros no quieren vivir por los peligros e insalubridad (quebradas, basurales, sitios eriazos).

Cidade de Deus es una película que da cuenta de una situación social presente en muchas ciudades de América Latina, donde pareciera no haber ni Dios ni ley: sólo se impone el que es más fuerte, y las lealtades cambian de acuerdo al que tiene el poder. Lo que comienza como actos de violencia y robos para ayudar a los habitantes (robo del camión del gas) termina en la total subvaloración de la vida de los demás: matar por matar.

Un espiral escalado de violencia lleva a que se rompa completamente el frágil tejido social. La sed de venganza lleva a más muerte y violencia. La policía tiene que mostrar resultados a la prensa y a las autoridades y a veces se equivoca y mata a la persona equivocada. Otras veces recibe aportes en dinero y droga de los líderes de los grupos lo que hace que su presencia sea parte del problema y no de la solución. "Dejemos que se maten entre ellos" se escucha decir a un policía casi al final de la película.

Es elocuente la contraposición entre el protagonista Buscapé, que quiere dedicarse a la fotografía periodística y está a la espera de un golpe que le dé una oportunidad al disparar su cámara, y Dadinho, que a punta de pistolas quiere hacerse respetar: se hará llamar Zhe Pequenho y poco a poco conseguirá controlar todo el territorio de la favela. Los dos disparan, aunque con fines (y herramientas) distintas. Los dos nacieron en el mismo contexto y han resuelto sus vidas de modo distinto, alcanzando ambos sus sueños: en el caso del primero ser contratado inicialmente como repartidor de periódicos para alcanzar luego, fortuitamente, la posición de fotógrafo; Zhe Pequenho quiere ser el narcotraficante más temido y con poder de la ciudad. En la película se muestra como ambos se necesitan (y en cierto sentido se usan) para alcanzar sus propósitos tan disímiles.

América es por lejos el continente más urbanizado de todos, alcanzando en algunos países más del 85% de la población (2). El crecimiento exponencial de las ciudades asociada al aumento de las tasas de fecundidad junto a la disminución de la tasa de mortalidad infantilal aumento de la esperanza de vida, y a la fuerte migración del campo a la ciudad ha provocado dinámicas de segregación y marginalización que en muchos casos ha desembocado en situaciones de  violencia generalizada 

En los casos en que las comunidades que construyeron y habitaron tales asentamientos no consiguieron constituirse como comunidades organizadas, integradas, el resultado ha sido muy similar al expuesto en la película. Cuando se han provisto soluciones individuales a problemas que de suyo son colectivos, más que resolverse el problema se agudiza: cuando se erradica a grupos de familias que vivían en asentamientos precarios y se las lleva a vivir a otro lugar de la ciudad, sin un trabajo previo de fortalecimiento de la comunidad, el resultado ha sido negativo. Algunos llegan a decir: “estábamos mejor cuando estábamos peor” (3)

En el caso de la situación expuesta en Cidade de Deus, situada en Rio de Janeiro, se requirió de un plan en etapas (4) para poder alcanzar la paz y la seguridad: en un primera etapa iniciada en 2008 intervino fuertemente la policía, con las llamadas Unidades Policiales de Pacificación (UPP). Luego, desde 2011, se dio paso a una etapa de intervención social integral con las llamadas UPP Social (5), que con metodologías participativas, seguida de un proceso de inversión en infraestructura comunitaria (escuelas, parques, centros vecinales) y que atendiera a otras necesidades sentidas por los habitantes del lugar, han logrado estabilizar la situación. Para poder hacer esto se ha requerido una fuerte voluntad política sostenida en el tiempo, motivada por el deseo de mejorar la reputación y la seguridad de toda la ciudad, en vista de la gran afluencia turística que concita, y en particular en preparación a la copa Mundial de Fútbol realizada el 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.


Referencias
(1) F. Meirelles – K. Lund (2002) «Cidade de Deus». Se encuentra on-line en el siguiente enlace http://gnula.nu/drama/ver-ciudad-de-dios-2002-online/ 
(2)El 2010 el 79% de los latinoamericanos vivían en ciudades, mientras que en 1950 este porcentaje llegaba tan solo al 41% Cf. ONU HABITAT, «Estado de las Ciudades en América Latina y el Caribe 2010». Para comparar con la situación en el resto del mundo se puede afirmar que recién el año 2007 la cantidad de personas que vivían en sectores urbanos supero a las que vivían en sectores rurales: la urbanización es un fenómeno creciente y que no se detendrá. Cf. J.D. SachsLa era del desarrollo sostenible. Cap.11 Ciudades Resilientes.
(3) Se ha llegado a decir, en Chile, que el principal problema político y urbano es el de los ‘con techo’: al menos en los campamentos y asentamientos había una red de apoyo que se había tejido en el tiempo y en muchos casos los lugares de trabajo quedaban cerca. Con la erradicación se disolvieron tales vínculos y la distancia a lugares de trabajo y servicios en la ciudad ha hecho que cada día se destinen entre 3 a 4 horas para trasladarse a los lugares de trabajo afectando seriamente la calidad de vida Cf. A. Rodríguez – A. Sugranyes, ed., Los con techo. Un desafío para la política de vivienda social. Se puede ver un documental que expresa esto que señalamos en https://www.youtube.com/watch?v=x_mydYmhS9M (Del Campamento a la Villa. Un Techo para Chile (2009).
(4) ONU HABITAT, «Estado de las Ciudades en América Latina y el Caribe 2012: Rumbo a una nueva transición urbana», p.76 
(5) Ver el plan completo de la intervención y sus logros acá http://www.riomaissocial.org/