martes, 21 de junio de 2016

Lo viejo y lo nuevo

Tranvías antiguos y modernos cerca de la Estación Central de Trenes de Milán (febrero 2016)



Las ciudades son por lo general lugares de innovación, donde se han ido desarrollando la tecnología y distintos tipos de instituciones al servicio del bien común, y sobre todo intentando dar respuesta a problemas o necesidades que la misma ciudad al crecer ha creado. Las novedades van dejando rápidamente como inútiles sistemas y aparatos que años atrás eran imprecindibles. ¿Tiene que ser asi?

Para ilustrar esto con ejemplos concretos, me ha llamado la atención como en algunos lugares siguen operando tranvías antiguos junto con otros más modernos, como en la foto que he tomado hace un tiempo en Milán: para que esto sea posible los diseñadores más nuevos han debido tener en cuenta que los sistemas de operación y control de los carros nuevos puedan seguir sirviendo para los antiguos. No todos los diseñadores o fabricantes se ocupan de esto: es mejor para el negocio tener que renovar todo de nuevo. ¿Y lo que ya no sirve? Al reciclaje o a la basura. El lugar de la autoridad política en esto es central. E intuyo que también el tipo de propiedad, público o privada, sobre el material rodante y las redes, etc.
Así terminaron sus días los últimos tranvías del Ferrocarril Santiago Oeste
(Estación Yungay – 1976) Fuente: Instituto Ferroviario
  En Santiago de Chile aún se pueden ver en algunas calles los rieles de los Tranvías. Recuerdo que en algún momento también hubo Trolleys. Pero hace un buen rato que se impusieron las micros, y va avanzando el despliegue territorial de la red de metro, un tanto colapsado por el Transantiago. Pero por sobre todo, y como es la tendencia mundial en casos en que no se ha intervenido adecuadamente con sistemas eficientes de Transporte Público, nos inundan los automóviles particulares como medios de transporte que colapsan la ciudad.

 En el transporte a larga distancia en Chile ocurrió algo similar con los trenes: por razones que debieran haber estado relacionadas con una adecuada evaluación social y económica, se impuso un modelo de autopistas, camiones, etc. en desmedro del ferrocarril. ¿O tal vez influyeron otras razones? ¿Habrán presionado los camioneros? ¿O se habrá dejado de hacer mantención adecuada a la red y luego ya era imposible de recuperar? Hace menos de una década se reinaguró con bombos y platillos el tren de Santiago a Puerto Montt, pero al poco andar dejó de funcionar.

   Hay algunos nostálgicos de tiempos antiguos, tiempos que sencillamente no volverán, donde todo era más tranquilo, y los aparatos domésticos duraban  toda una vida. La Cultura del Descarte de la que ha hablado el papa Francisco en la encíclica Laudato Sí, consiste en parte en hacer cada vez a paso más acelerado que todo lo que vamos creando quede obsoleto. El progreso tecnológico y el consumo ávido de todo lo nuevo que surge son uno de los motores del crecimiento económico. ¿Cómo combinar sabiamente lo viejo y lo nuevo, de tal forma que se complementen y se respeten resultando algo mejor?




sábado, 4 de junio de 2016

Solidaridad en las ciudades


Desde enero de este año un equipo del Apostolado de la Oración ha promovido las intenciones del papa Francisco con un video: el Video del Papa. Este mes de junio la intención está relacionada con el modo como nos relacionamos en nuestras ciudades, en particular con nuestros mayores. Se trata de hacerle la contra a la cultura del descarte y promover una verdadera cultura del Encuentro. Puedes ver todos los videos del Papa en su sitio web.