domingo, 21 de agosto de 2022

Solidaridad

 

Solidaridad (Lc. 13, 22-30)

Solidaridad. Es esta una palabra difícil de pronunciar, y tal vez más difícil de vivir. En su definición en la Enseñanza Social de la Iglesia, dice relación con “la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común”. Y el bien común refiere “al conjunto de aquellas condiciones de la vida social, con las cuales los hombres, las familias y las asociaciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección”. Contra la exaltación del individualismo y la satisfacción del propio interés, la solidaridad y el bien común se erigen como principios sobre los que construir, libremente, comunidad.

Hace algunos días, el jueves 18, conmemoramos los 70 años de la muerte del Padre Hurtado, en el día nacional de la Solidaridad. Tuve la ocasión de participar de la celebración en que junto al presidente de la República, a la ministra de Desarrollo Social y Familia y otras autoridades, pusimos una rama de aromo sobre su tumba, inspirados por las palabras de Gabriela Mistral. Acompañó el gesto, la declaración explícita de hacer de nuestro país un lugar de encuentros, de abrazos, de fraternidad, de solidaridad, en los que la verdad, la justicia y la paz se encuentren. Tras el encuentro en la Tumba del Padre Hurtado visitamos por un momento dos programas del Hogar de Cristo: la Hospedería de Mujeres Ana Cruchaga y la Casa de Acogida Josse van der Rest.

Fueron encuentros llenos de esperanza y alegría.

Junto a la camioneta verde le entregamos al presidente y a la ministra algunos de los varios libros que escribió el Padre Hurtado: “Sindicalismo”, “Humanismo Social”, “¿Es Chile un país católico?”. Varios de ellos siguen siendo sumamente vigentes por más que fueron escritos en la primera mitad del siglo XX. Además les entregamos un documento elaborado por el Hogar de Cristo, titulado “Matriz de Inclusión 2022”, en el que mostramos los efectos de la pandemia en la población especialmente vulnerable de nuestro país y las brechas de cobertura a esos grupos de población ofrecidas por organizaciones de la sociedad civil y del Estado.

¿Qué es una brecha de cobertura?

La diferencia entre la atención concreta total existente y la población potencial que requiere aquellos servicios. Las brechas son enormes, y con la pandemia se han agudizado, principalmente por que han aumentado las necesidades. Si le interesa conocer el documento, puede descargarlo en la sección “Estudios e Incidencia” del sitio web del Hogar.

En el evangelio de hoy Jesús recibe una pregunta respecto de la cantidad de personas que se van a salvar. Él responde invitando a “entrar por la puerta angosta”. Esta expresión ha tenido varias interpretaciones. Algunos hablan de no tomar atajos ni el camino que parece más fácil, pero que a la larga es menos fecundo. Otros de la importancia de forjar la voluntad y la laboriosidad. Mirando las brechas en la atención de necesidades, también se podría decir que es oportuno evitar el asistencialismo, por más que algunos grupos requieran en algunos momentos asistencia y cuidado especial: se trata de desarrollar capacidades y promover la autonomía. Y, ante todo de seguir a Jesús, empaparse de sus criterios y modo de proceder.

En tiempos de confrontaciones y legítimas discrepancias, hace bien recordar a Alberto Hurtado, padre de la Patria, que nos invitó incansablemente a levantar la mirada, reconocer los dolores y necesidades de quienes vivían a nuestro alrededor y procurar aliviarlos. Pongámonos todos en el lugar de los últimos, y así juntos seamos los primeros.

 

José Fco. Yuraszeck Krebs, S.J.

Capellán General Hogar de Cristo

 

Fragmento del Evangelio: “Vendrán muchos de Oriente y de Occidente, de Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios. Hay algunos que son últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos” (Lc. 12, 15)