lunes, 8 de agosto de 2016

Los muertos de nuestra felicidad

Somos herederos de todos quienes nos han precedido, directa o indirectamente. El lenguaje, la técnica, la música, los barrios, las creencias, los juegos, la comida, los bailes, las organizaciones a las que pertenecemos, las instituciones que nos gobiernan ¡nos han sido dadas! La mayoría de ellas estaban ahí, más o menos como están ahora, en el momento en que nacimos. A partir de lo que otros han realizado y nos  han transmitido, es que continuamos tejiendo la historia y podemos cambiar, reformar, o también crear algo nuevo.

Me llamó la atención visitando Bagaicha (1) como es que toda acción social que emprenden está siempre acompañada por la conciencia de pertenecer a una larga caravana de hombres y mujeres que en la historia han ofrecido su vida por su pueblo y por las generaciones futuras. Esto se expresa en una piedra memorial con los nombres de todos los miembros de grupos tribales que han muerto por oponerse al despojo de sus tierras, aguas y bosques por parte de extranjeros, desde los tiempos de la ocupación británica hasta ahora, y que de algún modo preside los encuentros realizados para continuar con la misma lucha de los Adivasis que toma distintas formas y es contra distintos enemigos, pero se mantiene en el tiempo.

Memorial de los Adivasis mártires
Bagaicha, Jharkhand, India.
En Gumla, lugar donde se ha organizado un museo de las tribus de Jharkhand, me contaban que a fines del siglo XVIII los militares británicos que llegaron a esta zona, le pedían a los grupos tribales algún tipo de documentación que avalara la propiedad de la tierra que ocupaban. ¡Requisito imposible de satisfacer! La solución que encontraron fue trasladar desde donde estaban hasta Calcuta, donde vivía el gobernador británico, las piedras funerarias con el nombre y la fecha de entierro de algún familiar. En este caso los restos de los muertos y los monumentos funerarios erigidos en su memoria fueron el testimonio de que esas tierras eran suyas en tanto las habitaban y trabajaban por generaciones. Ha sido el recuerdo de sus antepasados, expresado en esas piedras funerarias, que les ha permitido conservar su tierra, y los ha alentado a luchar por ellas.

Monumento a la lucha por la libertad de los Adivasis
Gumla, Jharkand, India.
Los cristianos hacemos más o menos lo mismo al celebrar cotidianamente la memoria del misterio pascual de Jesús de Nazaret, su pasión, muerte y resurrección. ¿Somos realmente conscientes de que seguimos los pasos de quien ofrendó su vida por la causa del Reino de Dios? Recuerdo un escrito de Carlos Cabarrús (2) en que señalaba que una señal de que estábamos siguiendo los pasos de Jesús en nuestras vidas, era la de experimentar, en alguna de sus formas históricas, los padecimientos de Jesús: persecución, incomprensión, difamación, condenación injusta, incluso en el límite la experiencia del martirio. Y si no, algo estamos entendiendo o viviendo de un modo un tanto aguachiento.

Que nos perdonen los muertos de nuestra felicidad (les dejo la 'Pequeña Serenata Diurna' de Silvio Rodriguez de donde me robo esta profunda y elocuente expresión).




Referencias
(1) Bagaicha, en la cultura y lengua local, es el nombre dado a un jardín donde la gente se reune y toma decisiones importantes. Se le ha dado este nombre a esta obra conjunta de 5 provincias jesuitas en el centro de la India. Fundada el año 2005 para servir la causa de las comunidades tribales que ven amenazadas su tierra, cultura y tradiciones por la irrupción de grandes compañías mineras y forestales.

(2) Cabarrús SJ, Carlos (2006) La mesa del Banquete del Reino. DDB, Bilbao.