viernes, 20 de septiembre de 2013

El golpe, las heridas y la ciudad

(Publicado originalmente en septiembre de 2013 en http://territorioabierto.jesuitas.cl/el-golpe-las-heridas-y-la-ciudad/)

(cc) lamula.pe
Por estos días en que hemos sido atiborrados de imágenes de los tiempos de la Unidad Popular, del día del Golpe de Estado y de la Dictadura que lo sucedió, surge inevitablemente la pregunta por la sociedad en que vivimos y las ciudades en que habitamos, por la sociedad en que anhelamos vivir y la ciudad que queremos habitar. Algunos proponen dar vuelta la página. Parece ser que esto, al menos en cierto sentido, no es sano ni posible.


En Santiago hay lugares emblemáticos y dolorosos que siguen ahí. En ellos nos encontramos habitualmente. Ellos nos hablan de la historia, de nuestra historia. Las angostas y las anchas alamedas; La Moneda; anhelada, bombardeada, herida, restaurada, maquillada, cicatrizada. La Villa Grimaldi, hoy transformada en el Parque de la Paz. Otros centros de detención y tortura convertidos en memoriales. Los cordones industriales de Vicuña Mackenna o Cerrillos, de donde vendría la resistencia al Golpe. El Estadio Nacional, con sus actuales asientos rojos y azules, y sus antiguos tablones de madera en un pequeño corral de la galería norte. El río Mapocho, por donde alguna vez flotaron numerosos cuerpos sin vida. Ahí están para que no nos olvidemos, para que no sea posible olvidar, para que no demos vuelta la página tan rápido.
Ha habido procesos dolorosos, violentos, conflictivos y frustrados. También otros exitosos. La nacionalización del cobre, el sueldo de Chile. Por otra parte, la Reforma Agraria. Los campos expropiados, violentamente tomados, ocupados. Los inquilinos convertidos de pronto en propietarios. Y, tras el golpe, algunos de los campos devueltos. Muchísimos campesinos perseguidos. Junto a ello la enorme migración del campo a la ciudad, las tomas de terreno en las periferias, y el aumento y densificación de los campamentos. Todo esto no es sino la explicitación de una sociedad fracturada. En todo ello, antes, durante y después, hubo protagonistas y también cómplices, activos y pasivos. Nuestros pechos los llevan grabados, lo sabrán nuestros hijos también… cantábamos en el Himno Nacional. Convivencia. Comunidad. Sociedad. Ciudad. Las historias en la Historia. 
A continuación, dos historias de la Historia. Dos historias que hablan de lugares y de memoria.


Hace poco participé en una celebración en la Universidad Católica en la que se entregó un reconocimiento a los familiares de los 28 profesores o estudiantes detenidos desaparecidos o ejecutados políticos de esa comunidad universitaria. Escuchamos, como en una letanía, varias veces sus nombres. Tras la celebración de la Eucaristía, uno a uno fueron pasando adelante hijos, nietos, padres, madres, esposas, hermanos. Los asistentes aplaudían, lloraban. En un discurso muy emocionante, Ana María Arón, una de los familiares, decía: con este acto nos han sacado la mordaza… ¿Hasta cuándo vamos a hablar? Hasta que no tengamos nada más que decir. (Mira acá más detalles de esa celebración). Este acto, y el largo y dificultoso proceso de su preparación, ha permitido recomponer en parte una comunidad rota, expresión local del quiebre nacional.


Unos días antes tuve la ocasión de participar en un encuentro en que recordábamos a Joan Alsina, sacerdote catalán asesinado el 19 septiembre de 1973 en el Puente Bulnes, quien se desempeñaba en ese entonces como Jefe de Personal del Hospital San Juan de Dios. Quien lo asesinara recuerda años después que Joan le dijo en ese momento: Por favor no me pongas la venda, mátame de frente porque quiero verte para darte el perdón. Desde ese encuentro surgió la iniciativa de restaurar el mural que hace unos años lo recuerda, y que constituye un lugar de tanto dolor para muchos.


Sin mordazas, sin vendas. Desde el lugar donde cada uno nació, ha vivido, mira la ciudad y su historia. Desde ahí, inevitablemente, nos habita la memoria. Desde las heridas propias o del círculo cercano. Desde las rabias o los miedos. Desde las acciones u omisiones. Si no conocemos otros lugares de la ciudad, si no dialogamos con quienes han tenido una historia distinta a la propia, difícilmente podremos avanzar hacia la construcción de una sociedad inclusiva; si nos hemos relegado o encapsulado, si nos inunda el miedo o los prejuicios descalificadores, difícilmente podremos conjugar la primera persona del plural, punto de partida para la construcción de una sociedad que a todos reúna, una ciudad que a todos cobije.

Mural en memoria de Joan Alsina ubicado en el puente Bulnes de Santiago, restaurado en sept. de 2013

martes, 28 de mayo de 2013

Buenas nuevas en la política habitacional


 (Publicado originalmente en mayo de 2013 en http://territorioabierto.jesuitas.cl/buenas-nuevas-en-la-politica-habitacional/)

Es ya casi un lugar común señalar que ha sido el mismo Estado el que se ha hecho un autogol con las políticas de vivienda social: avanzando en superar el déficit habitacional se han generado verdaderos guetos urbanos que en numerosos casos han hecho que el sueño de la casa propia se transforme en pesadilla…. Hacinamiento, escasas áreas verdes, tráfico de drogas, violencia desatada, inseguridad. El diagnóstico está bien claro, lo que ha faltado hasta ahora son soluciones a la altura. Estas últimas semanas hemos sido testigos de dos noticias relevantes y esperanzadoras.

(cc) latercera.cl
La primera es la entrega a comienzos de mayo de las conclusiones de la comisión convocada por el Presidente para elaborar una Política Nacional de Desarrollo Urbano. El documento lleva por subtítulo “Ciudades sustentables y calidad de vida” y en su elaboración han participado diferentes y plurales actores, con el propósito declarado de “guiar los destinos de las ciudades y poblados chilenos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, más allá de los sucesivos gobiernos”. En esta comisión se ha conseguido recoger información y opiniones de grupos de trabajo y de representantes de todas las regiones, lo que le da al documento un verdadero alcance nacional.

Al momento del diagnóstico se señala que “las políticas que permitieron disminuir el déficit habitacional descuidaron la localización, generaron concentración de pobreza, inseguridad, hacinamiento, mala conectividad y falta de acceso a bienes públicos urbanos”. Las áreas temáticas abordadas en la propuesta son: Integración social, Desarrollo económico, Equilibrio ambiental, Identidad y patrimonio, y, finalmente, Institucionalidad y gobernanza.  En cada una de esas áreas se señalan objetivos y líneas de acción, tanto para remediar situaciones pasadas como para planificar el crecimiento de nuestras ciudades y barrios. En la segunda parte del documento encontramos una reseña de los anteriores intentos de Planificación Urbana, recogiendo los aprendizajes tras su aplicación. En la tercera sección se muestra un diagnóstico en cada una de las áreas temáticas. En la página web hay además enlaces a otros documentos de diagnóstico elaborados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Humano. Y es que el Desarrollo Urbano se comprende dentro del marco más amplio del Desarrollo Humano.

Los invito a descargar el documento, leerlo, divulgarlo, comentarlo, y hacer que este tema esté presente en la próxima campaña parlamentaria y presidencial. Está claro que estos tópicos levantan bastantes tensiones entre el interés particular y el bien común: de hecho, vaya a la última página del documento en la que se explicitan los resguardos que se han levantado desde la Cámara Chilena de la Construcción a algunas de las líneas de acción acordadas… ¡estos son temas de alta política!

La segunda buena noticia es el inicio del traslado de familias que así lo han querido desde algunos blocks de vivienda social ubicados en la Villa Francisco Coloane del sector Bajos de Mena de la comuna de Puente Alto. Se le ha llamado a este nuevo instrumento Programa Piloto de Recuperación de Condominios Sociales Segunda oportunidad, por la posibilidad de acceder a un nuevo subsidio con los estándares actuales de la Política Habitacional a familias que ya lo obtuvieron alguna vez, lo que hasta ahora estaba prohibido. Junto a ello se ha dado comienzo a la demolición de tales blocks. En el espacio que dejen las estructuras demolidas se propone construir áreas verdes y otras instalaciones que mejoren el entorno y la calidad de vida de las familias que decidan permanecer.

En ambas noticias hay dos elementos que hay que considerar con especial atención: el mercado y uso del suelo, y la participación política/comunitaria. Ambos elementos requerirían mucho espacio para ser tratados, cuestión que se escapa del espacio de una columna. Lo que es meridianamente claro es que el Estado y sus instituciones, nacionales y locales, tiene un rol central que jugar, pues cuando se dejan estos asuntos totalmente al libre juego de los intereses particulares suele afectarse considerablemente el bien común. Los resultados están a la vista. El hecho de que la Integración Social y la Intitucionalidad y Gobernanza se encuentren tan enfáticamente presentes en la nueva propuesta de Política Urbana han de hacernos pensar en los modos como nos hemos organizado hasta ahora y poner remedios claros hacia adelante.

He escuchado varias veces a personas que se atienden en el sistema público de salud que no acuden al consultorio… “¡para qué! Si tenga lo que tenga me dan una dipirona; mejor voy y me tomo una por mi cuenta! El remedio que se está dando a propósito de estas dos noticias es más que una dipirona: busca ser una operación que aborde en toda su complejidad una dolencia realmente compleja de nuestro organismo social y urbano que se arrastra por años… junto a las reformas al sistema político y educacional son caminos a recorrer para llegar como país verdaderamente a un desarrollo que alcance a todos sus hijos e hijas. A veces los autogoles no se pueden evitar, pero tras ellos hay que saber salir jugando (y ocuparse de emparejar la cancha).